¿Cuál es el futuro que le depara a la ética?

Al hablar de ética, seguramente nos viene a la mente, conducta y sobre todo convivencia humana.

La práctica de la ética apareció en todas las culturas, antes incluso que la ciencia propiamente dicha, como la disciplina del buen vivir y del buen hacer. Supongo que en todo momento de la historia no ha habido cultura que no haya elaborado cierto grado de especulación sobre el vínculo de medición que existe entre la forma de vivir y la consecución de los fines perseguidos por los grupos humanos. Esas formas de hacer las cosas, que la experiencia ha validado como adecuadas y correctas, teniendo en cuenta la historia y la realidad presente de cada grupo humano, conforman el cuerpo de las costumbres y de la ética de los pueblos.

Todo ha cambiado a lo largo de la historia. Los viejos valores de verdad,  bien, belleza y lo sagrado  y los nuevos de ciencia, progreso, solidaridad y humanismo; proporcionaban al hombre su lugar en el mundo. Todo ha provocado que las nuevas condiciones culturales que imperan hoy en día, concretamente, los paradigmas de la globalización, la posmodernidad, el relativismo cultural y el pluralismo religioso y filosófico salen al encuentro de la ética y ponen en cuestión sus pretensiones de ser el parámetro del comportamiento de una comunidad. Esto nos lleva a pensar que también se han globalizado algunos parámetros éticos que propicien una convivencia global, pero al parecer no es así, ¿pero por qué?, probablemente porque el ritmo de vida de la sociedad moderna piensa que todo está establecido (verdad absoluta), que cada quien sabe lo que tiene que hacer y si no una norma se lo recordara, se rige por la lógica o se encomienda a amuletos y videntes; todos los lideres te incitan al consumo promoviendo nuevas fobias, y estorbamos, si no seguimos las normas, hoy en día para todos es normal obrar mal…pero ¿mal obra el que lo amarra, o el que mata al animal?. En la actualidad la mayor parte de las personas se rigen por estereotipos y clichés, incluso hoy a tu vida puedes comprarle un estilo, y aunque creemos que somos mejores personas seguimos viviendo bajo el dogma de otros, y después de tantos años nuestra especie aún se rige por los mitos, las masas son atrapadas por la rutina en el pavimento en el en que el hombre inconforme (nosotros) busque un escape, por eso de lo que hagan las mayorías te recomendaría hacer lo opuesto.

Si el mundo no va bien es que algo sobra o faltan piezas o destreza; si queremos que la ética sea el fundamento de la existencia y coexistencia de los pueblos en lo que resta del siglo xxi, comencemos reconociendo que no hay ninguna verdad absoluta, disputas se dan porque en forma inherente el individuo lo refuta, debemos dejarnos de prejuicios, pensar crítica y reflexivamente, es por eso que concuerdo con los que proponen que el conocimiento es tu arma, sin olvidar  que es posible derribar esquemas para liberarse de los estigmas procurando descifrar enigmas, como consecuencia de los paradigmas; en este punto es donde nos damos cuenta que habitamos en un mundo insano donde el objetivo quizá sea el mismo.

Como conclusión conscientes de que la realidad es cambiante y que se limita a un espacio y tiempo determinado, debemos adoptar ciertas posturas para crear un límite en lo bueno y lo malo basado en la propia experiencia tomando en cuenta el contexto que nos condiciona, partiendo de la cotidianidad. Anticipando que tal vez no se esté perdiendo la ética como tal ya que cada persona ha definido lo que es bueno o malo para ella, mismo que para nosotros puede ser contario, lo que nos lleva a pensar a que al igual que todas las cosas lo han hecho a lo largo de historia, la ética está evolucionando y cambiando por lo que entender cómo funciona este sistema es nuestro premio, y es primordial estar atento y adaptarse. Dicho de otro modo cuando empezamos a forzar valores que son de una manera  inmutables para darle lugar al todo vale, a la perversión, a la malicia al fanatismo, y a la mentira, estamos  resquebrajando lo que está bien o lo poco que queda. De a poco, como el cáncer se va ramificando y en un futuro desembocara donde ya casi nadie tiene principios ni en lo sexual, ni moral, ni económico ni afectivo. En pocas palabras, no se ha perdido la ética ni desaparecerá en el futuro, sino que somos nosotros quienes la dejaremos de usar lo que puede surgir con un efecto de  la famosa globalización, aunque tal vez surja una revolución interna de pensamiento que nos lleve a globalizar soluciones para problemas de todos.

Cada cabeza es un mundo y la experiencia marca la pauta a partir del punto en el que ahora estamos. No pensemos en cómo será la ética en el futuro, mejor pensemos que nuestra vida ahora es el productos de nuestras elecciones hechas ayer, y nuestra vida mañana será el producto de nuestras acciones y elecciones hechas hoy, así que “a trabajar” además a todos nos interesa el futuro pues será el sitio donde pasaremos el resto de nuestra vida.

 Además no olvidemos que en gustos seguro es el modo en el cual se han logrado romper los géneros.